EYACULACION

Técnicas masturbatorias para lograr la eyaculación vaginal

Seguro que alguna vez has escuchado la frase «Me he meado de gusto». De gusto, seguro, pero no meó:eyaculó.
Como vimos en el reportaje “La eyaculación femenina”, eyacular no es lo mismo que orinar, aunque en algunas mujeres el líquido eyaculado pueda tener restos de orina.
Diana J. Torres, autora del libro “Coño Potents”explica con detalle en sus talleres sobre eyaculación femenina que la glándula de Skene se encuentra entre la vejiga y la uretra; a veces comparten conducto, el uretral, por el que se libera la orina, por lo que no es extraño que haya sustancias procedentes de ésta en el líquido eyaculado.
Identificarla como orina es un modo de estigmatizar un fenómeno sexual natural que todas las mujeres pueden disfrutar.
Estamos acostumbrados a explosiones de esperma, penes gigantes que expulsan chorros hasta el techo, Gang bangs y Bukakes multitudinarios, pero el hecho de que una mujer pueda tener un orgasmo tan abundante rompe los esquemas de lo políticamente correcto en la cama para una señorita decente.
En una sociedad en la que muchas mujeres siguen poniéndose polvos de talco porque les han dicho que la lubricación femenina es un poco sucia y desodorantes vaginales para que no huela “a pescado”, afirmar que tienes derecho a eyacular hasta mojar la cama es tremendamente transgresor.
Así que en vez de normalizarlo, lo han convertido en un fenómeno de feria que se consigue en la sección bizarra de las películas pornográficas; seguramente al lado de las mujeres que expulsan pelotas por la vagina.

Bizarradas, las justas

Normaliza lo que debería ser normal
Hasta no hace mucho, las mujeres que eyaculaban se llevaban la sorpresa de su vida«Me he meado encima», era el pensamiento lógico, nadie les había explicado que eso pasaba, ni la ciencia, ni sus amigas, que guardaban el mismo silencio que se guardó durante siglos ante la masturbación o la carencia de orgasmo en la cama hasta que llegó Shere Hite para romperlo.
Las pocas que se atrevían a confesarlo a su ginecólogo se enfrentaban a un horror mayor: un diagnóstico erróneo: tiene incontinencia urinaria: hay que extirparle las glándulas de Skene. Y así era, las extirpaban porque, total, parecía que no cumplían ninguna función trascendental.
A pesar de que fueron descritas por primera vez en el siglo XIX por el ginecólogo escocés Alexander Skene, los investigadores tardaron más de 100 años en decidirse a empezar a estudiar su función… y en ello siguen.
Cualquier mujer puede disfrutarlo
Hay cinco orificios alrededor de la vagina: el superior es la uretra, los dos siguientes son las glándulas de Skene y las dos restantes las glándulas de Bartolino. Las aperturas de las glándulas de Skene tienen distinto tamaño en cada mujer pero en algunas ha desaparecido. Quitando estos casos excepcionales,cualquier mujer puede eyacular con la estimulación adecuada.
No es orina
Con la excitación, la glándula de Skene se llena de líquido que es expulsado a través de sus propios conductos. Es claro y blanquecino, como agua al que se le han echado un par de cucharaditas de polvos de talco; no huele a orín y su sabor es dulce. Por si alguien tiene alguna duda al respecto, Diana Torresaporta en sus talleres una prueba irrefutable de que no es orina: una mujer puede eyacular inmediatamente después de haber orinado si se estruja con fuerza la glándula de Skene contra el hueso.
Se puede eyacular sin orgasmo
El orgasmo que provoca la estimulación clitoridiana y/o vaginal propicia la eyaculación, pero eso no quita para que se pueda eyacular en momentos de gran excitación o con una técnica determinada que enseña Torres: se introducen en la vagina dos dedos curvados con forma de garfio; se localiza la zona del punto G y luego se aprieta con fuerza: se produce una violenta eyaculación siempre y cuando se realice de la manera correcta y la mujer esté muy relajada, porque si no, contraerá los músculos vaginales de modo involuntario y sentirá una presión incómoda y desagradable.

Requisitos indispensables para lograr la eyaculación

Como os explicamos en este artículo de técnicas, puede lograrse durante la penetración si el hombre tiene el pene curvado hacia arribay con determinadas posturas sexuales que estimulan esa zona; pero es más sencillo conseguirlo con los dedos y con juguetes sexuales especiales como anillos vibradores y vibradores.
Dos son los requisitos indispensables: que esté relajada y que se estimule el Punto G.
1. Relajación: muchas mujeres confunden la señal de una eyaculación inminente con la urgencia de orinar. La vergüenza, el miedo al rechazo, pesan… y se niegan, contraen los músculos vaginales y cortan la eyaculación. No te avergüences de algo que es parte de tu sexualidad, los hombres no se avergüenzan de su eyaculación. Normalízalo, habla de ello.
Si te sucede cuéntaselo a tus amigas; si alguna lo experimenta, empatiza. Nuestra sociedad ha estigmatizado la sexualidad de la mujer durante siglos, algo que no ha ocurrido en sociedades matriarcales como la Batoro, de Uganda, en la que las madres enseñan a sus hijas a eyacular o en otras en las que la sexualidad era algo místico y sagrado como la India y el famoso libro “Amanga Ranga”.
Practica en solitario hasta que venzas el bloqueo de tu cuerpo causado por la vergüenza. No permitas que coarten tu libertad.
2. Estimulación del Punto G y el clítorislas glándulas de Skene se encuentran donde se localiza el llamado Punto G (un área con unas dimensiones que pueden llegar a cinco centímetros) y están rodeadas de tejido que incluye la parte del clítoris que llega hasta el interior de la vagina, el cual aumenta su irrigación sanguínea durante la excitación sexual.

Consejos básicos

No te obsesiones
Tan malo es evitar la eyaculación como obsesionarse y forzarla a toda cosa. El orgasmo que se disfruta eyaculando es tremendamente placentero, pero ya hemos dicho hasta la saciedad que el buen sexo es algo más que la genitalidad, más que un coito, más que un orgasmo. Disfruta del placer de la masturbación, no te fuerces, cuanto más relajes los músculos vaginales más facilidad tendrás para eyacular.
No contraigas el cuerpo
Cuando estamos cerca del clímax, las mujeres solemos cerrar los ojos, aguantar la respiración y contraer el cuerpo como si quisiéramos evitar que un paso en falso, un cambio en el ritmo o en el movimiento dé al traste con el placer y el orgasmo se nos escape entre los dedos de los pies.
Lo malo es que, entre otras partes de nuestro cuerpo, contraemos la vagina y, cuando eso ocurre, especialmente si tenemos unos músculos vaginales firmes, cortamos la eyaculación.
Relájate y disfruta; y cuando adviertas que estás a punto de correrte, centra tu mente en la vagina, relájala y empuja con los músculos del suelo pélvico. Empujar es clave al principio, cuando no dominas la técnica; luego te saldrá de manera natural.
Protege el colchón
La cantidad de líquido eyaculado dependerá de cada mujer y de las circunstancias. Si quieres quedarte tranquila, pon debajo de las sábanas un protector de colchón y listo. Si temes hacerte pis, nada más sencillo que orinar antes de la masturbación e incluso en algún momento durante ésta si ha durado mucho y sientes la vejiga hinchada. Aunque debes tener en cuenta que al llenarse la vejiga con el líquido eyaculatorio, sentirás en muchos momentos que tienes ganas de orinar aunque no lo sea.
Avisa a tu amante
Por respeto al otro y por respeto a ti misma.

Técnica masturbatoria en solitario

Puede que al principio te cueste cogerle el truco a la técnica pero, una vez que lo consigas, será mucho más sencillo eyacular en el futuro. Si te sientes insegura, la mejor manera es practicar en solitario masturbándote con los dedos o un vibrador especial.
Probablemente ya sepas dónde se encuentra tu Punto G, si no, el mejor modo de encontrarlo es estimulándote el clítoris, al haber una relación directa entre éste y el punto U, además de facilitar la excitación que realzará el Punto G, te resultará más sencillo localizar el otro.
Túmbate boca arriba, tras masturbarte el clítoris introdúcete el dedo corazón hacia arriba, como un garfio, a la altura del hueso púbico hasta que encuentres una superficie relativamente rugosa. Mastúrbala con movimientos circulares, presionando ligeramente. El placer será más intenso si haces pinza con tu dedo índice en toda la superficie del clítoris (no sólo en su cabeza).
Continúa masturbándote hasta que sientas por las contracciones de tu vagina que has llegado a tu fase meseta y se acerca el orgasmo. Probablemente sientas ganas de orinar, es la sensación normal por la opresión del líquido eyaculatorio. Cuando estés a punto de tener el orgasmo, no contraigas la vagina: relájala y empuja. Probablemente eyacules pero será lo de menos considerando la intensidad del orgasmo.

Técnica masturbatoria en pareja

Es importante que ella esté cómoda y relajada emocional y físicamente para abrirse a la experiencia. Disfruta de los preliminaresexcitando todo su cuerpo. Luego, cubre su pubis con la palma de la mano para que perciba su calor (algo que aporta seguridad a nivel inconsciente). No acaricies todavía su vulva.
Puedes continuar con las caricias en el resto del cuerpo, incluyendo los pezones que, como hemos visto, conducen al orgasmo. Cuando percibas que aumenta su deseo, separa los labios vaginales (uno con el primer y segundo dedo, el otro con el tercero y el cuarto) y suave y lentamente frota la vulva abierta describiendo suaves círculos en el sentido de las manecillas del reloj.
Acaricia con tus dedos la entrada de la vagina y recorre el camino desde ésta al clítoris y desde éste al ano; también puedes mamar toda la zona del clítoris mientras masturbas el Área del Punto-G, es otro de los modos de conseguir que eyacule. Cuando la notes muy lubricada, acaricia en círculos con tu dedo corazón la entrada de la vagina estimulando los puntos erógenos que hay en ella.
No es necesario presionar, la delicadeza es la clave. Introdúcelo aproximadamente un centímetro y continúa el movimiento circular. Penetra hasta el Área del Punto-G y continúa con las caricias en círculos pequeños aumentando poco a poco la presión. Introduce otro dedo y sigue la caricia circular.
Es el momento de incluir tres movimientos nuevos:
1. Dobla los dos dedos hacia la palma de tu manopresionando la pared superior de la vagina y el Área del Punto-G.
2. Engancha tus dedos alrededor del hueso del pubis y presiona directamente con un movimiento vibratorio de adentro hacia fuera manteniendo la presión en el Punto-G.
3. Desliza tus dedos hacia adelante y hacia atrás sobre toda el Área del Punto-G.
La clave está en alternarlos hasta que empieces a sentir contracciones en las paredes vaginales y la presión de sus músculos alrededor de los dedos. Es un síntoma de que va a tener un orgasmo vaginal. No cambies ahora de movimiento y continúa hasta que esté empezando a correrse.
Aprieta en ese instante el Punto G con los dedos como garfios mientras ella se relaja y empuja. Es probable que experimente una eyaculación. Si no, tanto da, el orgasmo habrá sido más fuerte de lo normal.
Fuente:http://www.sexologicos.com/tecnicas-de-eyaculacion-vaginal/